martes, 2 de diciembre de 2008

LAS RELIQUIAS DE VALPARAÍSO Y LA TORRE TURPIANA

El domingo pasado, que fue un impresionante día de frío y nieve, decidimos subir al mirador de San Miguel el Alto para ver cómo habían quedado los contornos de la ciudad. Granada está rodeada de montañas y valles, salpicados en los cuatro puntos cardinales; hacia el norte y el oeste quedan las Sierras de Huétor y de Elvira, al sur y al este el gran macizo de Sierra Nevada que penetra en la Vega meridional. Todas las cubres estaban completamente blancas y algunas de ellas coronadas con una espesa niebla.

abadíaDesde allí tomamos un camino entre olivares nevados que nos condujo a la Abadía del Sacromonte y al recinto de las Santas Cuevas. De ahí que caí en curiosidad acerca de las célebres leyendas e historias que tratan de mártires, pergaminos y reliquias hallados en las entrañas de la tierra y en la desaparecida Torre Turpiana, situada entonces en el solar de la actual Iglesia del Sagrario. Talesantas cuevass historias aparecen bien descritas y con un lenguaje que puede resultar curioso por ser de mediados del siglo XIX y basado en pergaminos y planchas de plomo del siglo XV o XVI, todo ello recogido en la obra GRANADA Y SUS CONTORNOS; HISTORIA DE ESTA CÉLEBRE CIUDAD DESDE LOS TIEMPOS MÁS REMOTOS HASTA NUESTROS DÍAS, escrita en 1858 por José Francisco de Luque. A continuación transcribo lo correspondiente a estos importantes hechos para la historia de mi Ciudad, tal y como quedó impreso en el Capítulo LIII de la citada obra.

[…]Desde la época en que se terminó la guerra de los moriscos de Granada, hasta los primeros años del actual siglo (XIX), sólo hubo en aquella ciudad acontecimientos aislados e incoherentes, que si bien merecen un lugar en las páginas de su historia, deben tratarse con más o menos laconismo y concisión, según lo exija su mayor o menor interés. El primero de que nos vamos a ocupar es la invención de las reliquias martiriales del Sacro-monte, reseñando el motivo de aquel hallazgo, los trámites del proceso que se formó para que se declarasen como tales reliquias, el entusiasmo religioso que aquel suceso causó no sólo en Granada, sino en otros muchos pueblos de la península, y las funciones públicas que tuvieron lugar por tan feliz encuentro, según se nos ha transmitido todo por respetables escritores.

Sebastián López y otros compañeros vecinos de Granada se dedicaron a buscar escrupulosamente un tesoro en el cerro en que hoy se halla establecida la colegiata del Sacro-monte, y de que tenían algunos datos. Después de haber practicado varias excavaciones y perdida la esperanza de la consecución de su objeto, como vía de último ensayo verificaron otra, y a las tres varas de profundidad hallaron el día 21 de febrero de 1.595 una concavidad, y a su entrada una plancha de plomo carcomida, en la que estaban grabadas a cincel y en idioma latino estas palabras:

EN EL AÑO SEGUNDO DEL IMPERIO DE NERÓN PRIMERO DÍA DEL MES DE ABRIL, PADECIÓ MARTIRIO EN ESTE LUGAR ILIPULITANO S. THESIPHON, EL CUAL ANTES DE SU CONVERSIÓN SE LLAMABA ABENATHAR, DISCÍPULO DE SANTIAGO APÓSTOL; VARÓN DOCTO Y SANTO. ESCRIBIÓ EN TABLAS DE PLOMO AQUEL LIBRO LLAMADO FUNDAMENTO DE LA IGLESIA. Y JUNTAMENTE FUERON MARTIRIZADOS SUS DISCÍPULOS S. MAXIMINO, Y LUPARIO: CUYOS POLVOS Y EL LIBRO ESTÁN CON LOS POLVOS DE LOS SANTOS MÁRTIRES EN LA CAVERNAS DE ESTE SAGRADO MONTE. REVERENCIENSE EN MEMORIA DE ELLOS. G:: C:: P:: C: FLORENTI: ILIBERITANO

Luego que el arzobispo de Granada, D. Pedro de Castro y Quiñones tuvo noticia de este hallazgo, dispuso que se continuasen las excavaciones a sus expensas, y que se presenciasen por sus dos supervisores, dos notarios de la Curia y algunos sujetos de gravedad, que en todo caso pudiesen deponer como testigos en una información.

Se prosiguieron los trabajos, y después de algunos días, se descubrió la entrada a una cueva, con varios ramales o caños que penetraban al interior del cerro, pero todo ello obstruido de trecho en trecho, con piedras de enorme magnitud, escombros y tierra de diferente calidad de la de aquel terreno. Limpia la concavidad del mejor modo posible, se halló en su extremo otra lámina de plomo, cuya inscripción en el mismo carácter de letra que la anterior, es la siguiente: CUERPO QUEMADO DE S. MELITÓN MÁRTIR: PADECIÓ EN EL POTENTADO DE NERÓN, EMPERADOR.

Ya con este segundo descubrimiento subió al monte el prelado con algunos individuos de su iglesia, y reconoció por sí mismo el sitio en que se había hallado; mandando a Ambrosio de Vico, maestro mayor de obras, que redoblase el número de trabajadores, con el laudable fin de conseguir cuanto antes el reconocimiento de aquellas santas cuevas. En efecto, al cabo de más de cuarenta días que se evacuaron los ramales interiores se encontraron otras dos planchas de la misma especie, cuyo contenido es el siguiente:

EN EL SEGUNDO AÑO DE NERÓN, PRIMERO DÍA DEL MES DE MARZO, PADECIÓ MARTIRIO EN ESTE LUGAR ILIPULITANO ESCOGIDO PARA ESTE EFECTO, S. HICCIO, DISCÍPULO DEL APÓSTOL SANCTIAGO CON SUS DISCÍPULOS, TURILO, PANUCIO, MARONIO, CENTULIO, POR MEDIO DEL FUEGO EN EL CUAL FUERON ABRASADOS VIVOS, Y FUERON CONVERTIDOS COMO LAS PIEDRAS SE CONVIERTEN EN CAL. PASARON A LA VIDA ETERNA: LOS POLVOS DE LOS CUALES ESTÁN EN LAS CAVERNAS DE ESTE MONTE SAGRADO, EL CUAL EN SU MEMORIA SE REVERENCIA COMO LA RAZÓN SE LO PIDE.

EN EL AÑO SEGUNDO DEL IMPERIO DE NERÓN, PRIMERO DÍA DE FEBRERO, PADECIERON MARTIRIO EN ESTE LUGAR ILIPULITANO S. CECILIO, DISCÍPULO DE SANTIAGO, VARÓN DOTADO EN LETRAS, LENGUAS Y SANTIDAD. COMENTÓ LAS PROPHECÍAS DE S. JUAN APÓSTOL: LAS CUALES ESTÁN PUESTAS CON OTRAS RELIQUIAS EN LA PARTE ALTA DE LA TORRE INHABITABLE TURPIANA, COMO ME LO DIJERON SUS DISCÍPULOS QUE PADECIERON MARTIRIO CON EL S. SELENTRIO Y PATRICIO, LOS POLVOS ESTÁN EN LAS CAVERNAS DE ESTE SAGRADO MONTE EN MEMORIA DE LOS CUALES SE VENERE.

Además de estas santas memorias se hallaron también las cenizas y reliquias de los mártires, y el horno en que fueron quemados en estado ruinoso. Con este nuevo portentoso encuentro subió el prelado diocesano a recogerlas, acompañado de los provisores, notarios, individuos de cabildo y algunas personas notables de la ciudad.

Difícil sería pintar el entusiasmo y fervor religioso que este acontecimiento causó no sólo en Granada, sino en otras muchas otras ciudades. Baste decir que todas las comunidades y corporaciones religiosas, las civiles y multitud de personas particulares subieron al lugar sagrado y lo veneraron con demostraciones piadosas.

El arzobispo por su parte dio conocimiento de todo a la corte de España y a la de Roma, las cuales, después de darle a entender al aprecio que hacían de tan importante suceso, le significaron sus deseos de que continuase con el mismo celo y la misma asiduidad hasta la conclusión del proceso. Este comenzó a por una información que justificaba plenamente que desde más de cincuenta años en adelante se habían visto en aquel monte luces y resplandores misteriosos bien entrada la noche, los cuales, no era posible fuesen efecto de causas naturales. En ella depusieron bajo juramento personas graves de todos estados, y de acrisolada religiosidad y dignas de toda fe y crédito; a cuya justificación se unió al proceso formado por el prelado Salvatierra, su predecesor sobre el descubrimiento de la Torre Turpiana, mediante la relación que con él tenía el contenido de las planchas halladas en el monte santo, ordenando que de nuevo se ratificase todo su contenido.

He aquí cómo se expresa D. Diego de Heredia Barrio, nuevo canónigo presidente de la Colegiata del Sacromonte, en la obra que publicó en 1.740 sobre este particular, con la aprobación y licencia competentes:

« Hace venir a esta ciudad los arquitectos más inteligentes del reino, que reconozcan la calidad de la fábrica de la torre, y que por ella declaren su antigüedad, para lo que se descubrieron tres varas de tierra en el edificio de dicha torre, que se habían acrecentado sobre la superficie del primer plan de su fundación, sepultando otro tanto de su primitiva altura, evidente prueba de su antigüedad. Observaron la tenacidad, dureza y profundidad de su cimiento: el grueso y longitud, o altura de dicha torre: lo roído y gastado de sus lozas: la trabazón y extraordinario enlace de ellas, tan ajeno todo del uso en los edificios antiguos de moros y romanos, que sólo en los de los fenices tenían semejantes; como así lo declararon. Convoca también los más peritos plateros, latoneros, herreros, caldereros, plomeros y demás artífices de metales, que declarasen la antigüedad de las láminas de plomo, en que las inscripciones sepulcrales estaban exaradas; como asimismo a los maestros de escribir y de abril en buril y de cincel; y a los escribanos y libreros más famosos, que dijesen su sentir acerca de los caracteres allí grabados. Éstos observaron en el plomo la mucha horrura del tiempo, su aspecto, su color, su delicadez, y que en partes por los dobleces estaban gastadas muchas letras, y tan penetrado y convertido ya el plomo en tierra, que indicando todo una grande antigüedad, con ningún artificio era capaz de fingirse, ni contrahacerse. Y en cuanto al idioma, convinieron en que era latino, y en que los caracteres eran antiquísimos, formado cada uno a impulso de muchos golpes. »

Se practicaron otras varias diligencias que omitimos por no ser difusos. […]

José Francisco de Luque. 1858, pp 371-375

Leído este extracto, podemos comprobar la importancia en su época de los piadosos hallazgos de la Torre Turpiana y Valparaíso (nombre del cerro en el que se ubica la Abadía del Sacromonte y las Santas Cuevas) y la inmediata repercusión en la cultura religiosa de la época, hasta tal punto de sacralizar la zona (Sacro-monte) y mover las altas esferas de la cristiandad con los motivos de autentificar las reliquias. Todo el proceso aparece reflejado en la obra de José Francisco de Luque, pero no vamos a extendernos demasiado en él, aunque sí resumiremos todo lo posible lo acaecido con estos temas hasta nuestros días.

EL PERGAMINO DE LA TORRE TURPIANA

Se dice que el 18 de marzo del año 1.588, a la vez que se llevaban a cabo los trabajos de construcción de la Catedral de Granada, tuvo qutorre turpiana e demolerse la Torre Turpiana, el viejo alminar de la mezquita aljama. La primera cuestión en esta historia fue el descubrimiento entre los escombros, por parte de varios obreros moriscos, de un cofre de plomo abetunado con varios objetos y un pergamino escrito en árabe, latín y castellano. Entre los objetos hallados consta la aparición de una tablilla en la que aparecía una imagen policromada de la Virgen María con ropajes egipcios, un trozo de tela perteneciente, decían, a la toca de la Virgen, un trozo de hueso supuestamente de San Esteban y unas areniscas de color azulado oscuro. El pergamino comentaba el martirio de San Cecilio y los santos varones también martirizados y acompañantes de éste, ubicando las torturas ígneas en torno a una zona de tierras azules sita entre las ciudades de Endessa y Cabrera. Por desgracia, no consta la existencia de dichas ciudades.

El pergamino fue un auténtico revulsivo de la vida religiosa de entonces, ya que, en forma de damero rojinegro, aparecían los relatos apocalípticos de San Juan con ciertas distorsiones de la doctrina eclesiástica. Así, tras la dominación árabe, Granada obtuvo su propia historia eclesiástica que devolvía la importancia cristiana perdida.

La traducción del pergamino, según las instrucciones de los altos cargos religiosos de la ciudad, fue encomendada a importantes filólogos del momento. Entre ellos destacamos a Alonso del Castillo, morisco granadino afamado de la época e importante personaje en el desenlace de esta curiosa historia.

LOS HALLAZGOS DE VALPARAÍSO

Si el descubrimiento del pergamino y demás objetos causaron una gran conmoción en el mundo piadoso de la época, los hallazgos resultantes de las excavaciones en Valpcuevas valparaísoaraíso llegaron aún más lejos, hasta el punto de fundar en él una colegiata y dar nombre a una de las zonas más conocidas de los contornos de Granada.

En 1.595, tal y como se ha descrito en el texto de José Francisco de Luque, un tal Sebastián López, un buscador de tesoros jiennense y compañía comenzaron la búsqueda de unos tesoros en un cerro de Valparaíso. Según parece, lo hicieron según unas instrucciones que ellos tenían, sin referencias procedentes del pergamino de la Torre Turpiana. Allí encontraron todo lo que se relaciona en el texto arriba reproducido, es decir, huesos, cenizas de los mártires, el horno y las planchas de plomo con inscripciones latinas y misteriosos signos salomónicos. También consta que encoplumbeosntraron los utensilios empleados para dar martirio a los santos varones. Aparecieron, de igual manera 22 libros escritos en árabe y con las cubiertas de plomo, llamados por ello plúmbeos. El primer libro de ellos, titulado DE FUNDAMENTUM ECLESIAE, era de plomo, redondo y del tamaño de una hostia y escrito en cinco hojas por ambas caras, con caracteres y puntos apenas legibles. Estos apócrifos relataban los martirios de doce mártires, entre los que han destacado en las fuentes escritas los referentes a San Hiscio, San Mesitón, San Tesifón y San Cecilio. Los hallazgos concluyeron en 1.599.

Los libros, entre sus contenidos, afirmaban la procedencia árabe de todos estos mártires. Parece ser que trataban de crear una opinión favorable hacia los moriscos granadinos, sumidos en esos momentos en plena persecución, mediante la cual se les asignaba la pureza de sangre que requerían para poder continuar viviendo en esas tierras.

EL PROCESO DE LAS RELIQUIAS

A partir de todos los hallazgos significativos, y como consecuencia de ellos, se erigió la Abadía del Sacromonte y se consagraron las cavernas en las que apareció tan importante testimonio de martirio.

Sin embargo, y dada la importancia capital de los hallazgos, se produjo durante un dilatado tiempo el llamado Proceso de las Reliquias, en el cual se cuestionaba la autenticidad y validez de los libros plúmbeos. La relación de hechos componentes del proceso se encuentran recopilados en El Libro Carmesí, custodiado en el Archivo Secreto de las Cuatro Llaves de la Abadía del Sacromonte.

Se relatan en el proceso la producción de milagros al contacto con las reliquias, declaraciones de los testigos de los hallazgos, así como las contrastadas opiniones de aquellas personalidades religiosas que tomaron parte en el asunto. Si finalmente se hubiese confirmado la autenticidad de las escrituras, los moriscos granadinos hubieran sido considerados cristianos viejos y también se hubiera detenido el exterminio de los mismos. De ahí que el motivo de tal magnífica falsificación fuese el intento de detener la inminente expulsión de los moriscos que aún permanecían en tierras granadinas.

Los libros fueron enviados a Madrid en 1.631 y desde ahí a Roma en 1.642. Fueron considerados heréticos por el Vaticano en 1.682 y han permanecido ocultos hasta el año 2.000, cuando fueron devueltos a Granada. En definitiva, parece ser que todos los elementos descubiertos están datados en el siglo XVI, y no en el siglo III como referencian los históricos textos. Se cree que Alonso del Castillo, traductor del pergamino de la Torre Turpiana, fue el auténtico artífice de esta excepcional falsificación.

El resto de las falsas reliquias veneradas por los granadinos durante siglos, fueron más que posiblemente depositadas por parte de los moriscos en el cofre en el mismo momento de su cuestionable descubrimiento, con el motivo de intentar parar el destino que a todos ellos les esperaba.

libros plumbeos

jueves, 27 de noviembre de 2008

LAZOS NAVIDEÑOS

P1040612En el fondo el tiempo pasa y los que seguimos, pues seguimos. Descubrí hace tiempo que los vínculos entre las personas no son eternos, ni son dogma. Ni siquiera hay que esforzarse por mantener todos.

Cada año, parece mentira, cavilo acerca de estos mismos temas por la cercanía de la Navidad y todos los compromisos que conlleva, o más bien todos los tópicos que hay que cumplir. Que si amistad, que si familia, que si espíritu navideño y esas frases.

En realidad me encanta la Navidad, sobre todo porque hace frío y la ciudad está ambientada y especialmente preciosa. El resto de motivos van cayendo poco a poco, pero cayendo. Y no estoy cabreado con el mundo ni con la gente, ni siquiera guardo rencor a nadie. Hubo un tiempo en el que había cosas que importaban, sobre todo por el alto valor tradicional.

La Navidad no es más que una dilatada época del año que contiene días festivos y el cambio de año según el Calendario Juliano, calculado más o menos según el nacimiento de Jesucristo. Por eso, si apenas me alegro y me felicitan cuando cumplo años, no me alegro más porque Jeuscristo celebre sus póstumos aniversarios, aunque reconozco y comparto el amplísimo valor tradicional de esa noche. Desde luego, después de la lotería de Navidad, es el primer hito realmente navideño que nos ocupa cada año.

Bien, como iba diciendo, las reuniones familiares son inevitables. Me gustan, simplemente, sin volverme loco. Reunión anual, mucha comida, besos y saludos y cada vez menos regalos. Es lo que tiene deja r de ser un niño. Se habla en la mesa de muchas cosas, así que celebramos esa reunión sin apenas cantar villancicos ni acudir a la misa del Gallo. Tampoco bendecimos la mesa ni hacemos prolegómenos piadosos; está claro que lo importante en cada Nochebuena es el hecho de vernos todos los que quedamos y podemos coincidir, si más.

Todos los años, también, se hacen las cenas o almuerzos de empresa. Parece que se trata de una especie de "acto de unión" de los empleados por decisión de los empresarios. Una invitación para luego decir que som collonuts, que nos queremos mucho todos y esas cosas, incluso que no está mal limpiar el sable del jefe de vez en cuando. Pero cuando se pasan las borracheras todos somos otra vez igual de capullos. Nos pulsamos el reset que todos llevamos en el culo y a empezar de nuevo.

Cada año también nos hemos reunido algún grupo de amigos para actualizar vidas y relaciones. Como si fuese un checkpoint vital, una tradición que nada tiene que ver con, quizás, el motivo inicial por el que se creó. Y así es como aquella noche de una fecha que no recuerdo, cenamos los que teníamos que cenar y luego nos fumamos unos puritos. Así queda la tradición, aunque de los puros se haya pasado a las cachimbas. Desde entonces la voluntad tornó al compromiso y todo se volvió extraño. Aquella primera noche imperó la amistad, y en otras posteriores todo se adulteró. De ahí las disputas con los pronombres quiénes, dónde y cuándo.

Este año está ya todo escrito. Disfrutaré de la Navidad, porque me gusta. Quizás haya menos regalos por obvios motivos, pero el frío y la ciudad seguirán siendo una excelente pareja. Por lo demás, reservaré parte de lo que sentía y ya no puedo sentir para cuando realmente merezca la pena.

 

Feliz mes de diciembre.

 

martes, 7 de octubre de 2008

CONCURSO FOTOGRAFÍA EDREAMS 2008

Estas diez fotos son mi propuesta:

http://www.flickr.com/photos/gomokai/sets/72157607823774241/show/

Votad las fotos en:

http://concursofoto.edreams.es/es/user/1060

 

Había problemas con las compatibilidades entre los exploradores de internet y he tenido que dejar en enlace. Ah, y si en el segundo enlace veis que faltan fotos, es que los de eDreams aún no las han subido.

domingo, 28 de septiembre de 2008

GP SINGAPUR. ALONSO VUELVE A GANAR.

Después de tanto tiempo sin saber lo que es subir al podium se valora más la consecución de una victoria. Hace ya tantos meses que Alonso no ganaba una carrera que ya lo dábamos por imposible. Y sobre todo sabiendo lo poco competitivo que resulta su coche en comparación con los que luchan directamente por el título.

Es cierto, se pueden sacar bastantes conclusiones de esta carrera. La primera, es que Fernando Alonso está mucho más a la altura para pilotar un Ferrari que Felipe Massa o Kimi Raikkonen, aunque el primer nombrado haya tenido hoy mala suerte. La segunda, que Fernando ha tenido buena suerte hoy para compensar la pésima que tuvo el sábado en las sesiones clasificatorias que le obligaron a salir desde la decimoquinta posición.

El año que viene parece que Alonso seguirá corriendo en Renault. No sé si será o no una buena opción, pero lo que sí creo es que Ferrari se equivoca al renovar a sus dos pilotos y no tener en cuenta al mejor piloto de toda la parrilla para los siguientes años.