Nunca olvidaré como te conocí. Fue en 1995, hace doce años. En aquel lugar en el que tantas personas pasaron ante mis ojos y quedaron alejados para siempre de mi mente por el pasivo olvido. Sin que nada fuese forzado, con gran desinterés y mucho cariño, hubo una voluntad que desde entonces sigue uniendo nuestras almas. Algunas conexiones nos unen, por encima quizás de la bóveda celeste, y nos han hecho coincidir en momentos muy precisos. Apareces tú o aparezco yo cuando más nos necesitamos, realmente como sendos ángeles de la guarda. En cualquier momento más bajo de lo normal, cuando las lágrimas están a punto de caer, aparece una frase que no las deja salir. Tras un mal momento, siempre hemos sabido apoyarnos. Si alguno necesitamos ayuda, no ha hecho ni falta pedirla; posiblemente se haya adelantado el otro ofreciéndola.
Para mí significas mucho más que 3,14.