martes, 18 de septiembre de 2007

KILÓMETROS DE RELAX

Una vez arrancado el coche, noto la primera vibración del motor. Es diesel y se nota el ralentí con más fuerza que en uno de gasolina. Enciendo las luces y salgo del lugar en el que tenía estacionado el vehículo; la sensación del desplazamiento y las pequeñas aceleraciones me parece muy agradable cuando no tengo prisa. Aumenta la velocidad y las farolas bien iluminadas vienen hacia mí a la vez que escucho Miedo de M-Clan. A mi derecha, una exhausta Ro a causa del largo día y el ejercicio en el gimnasio me comenta que está feliz. Obtiene una respuesta simétrica mientras el camino a su casa va menguando.


Llegamos, detengo el coche y ella vuelve a casa tras recoger su bolsa de deporte. Ahora me toca volver a mí. El camino a mi casa es corto, pero no el camino más corto es el mejor y por eso me pierdo entre las luces de la carretera y la ciudad para relajarme aún más... Ahora comprendo las cualidades terapéuticas de la conducción. Simplemente volver cada día por un camino distinto a casa, sea por donde sea y cuanto más largo mejor. Rodeando la ciudad, atravesando algún pueblo, conduciendo por el casco antiguo; las ventanillas abiertas dejan respirar el aire fresco de la noche que llena el habitáculo de mi C4. La música toma parte del protagonismo. Trouble de Coldplay es un buen tema para conducir por la noche.


Llega la hora de volver a casa porque mañana hay que madrugar de nuevo. Mientras apuro los últimos metros en el garaje busco un hueco para que duerma mi montura, no tan cansada como yo.


Y así, llego a mi casa feliz. No es tan difícil disfrutar de lo que se tiene.






5 comentarios:

Sologoya dijo...

Ya sabes lo que opino de la conducción y de sus aspectos beneficiosos para la salud mental y la relajación...me alegro de que compartas conmigo esta aficción..
Menos mal que nuestros coches son diesel, porque a este paso la catarsis puede resultar catastroficamente cara... ;-)

"No es tan difícil disfrutar de lo que se tiene"...es más,es sencillisimo cuando tienes tantas cosas buenas por disfrutar.

Muackkkk.

Gubia dijo...

Yo aún no he descubierto eso de relajarse mientras conduces...debe de ser que estoy siempre nerviosa y no encuentro el momento. Me alegro de que las buenas sensaciones te acompañaran esta noche.Un abrazo.

Javier Romero dijo...

Ro, claro que sí. Ya tendremos pasta para tener un gasolina tipo Spider o Crossfire. Por ahora nos conformamos ;) Y la única ley impepinable es la del disfrute de lo que tienes. Así nunca lo pierdes y no te lamentas. Cuando no disfrutas de lo que está junto a tí, lo dejas pasar y después lo echas en falta. Un beso mi niña.

Gubia, no sólo fue esa noche. Por suerte ocurre casi todas, o por lo menos casi todas las que nos permite el devenir de las rutinas semanales. Para disfrutar del coche no puedes tener prisa ni estrés, 100% comprobado. Un beso gordo.

Meri dijo...

Conducir en Madrid es bastante estresante porque esta llena de macarras con Leones que van cruzando la carretera en zig zag y algun que otro peligro letal andante..

Aún así y mi me gusta mucho conducir. Y en general trato de estar de buen humor con lo que tengo que hacer, al fin y al cabo la vida es una broma y ninguno vamos a salir vivos de ella. Pa dos dias que estamos por aquí, mejor que la disfrutemos.

Javier Romero dijo...

Si, siempre hay gilipollas al volante. Un poco de cuidadín y saber lo que se hace al volante es suficiente. Un beso meri_