lunes, 29 de octubre de 2007

LA SENDA

La búsqueda, en cada momento, está escrita entre las páginas de la mente que ya hemos leído. Las palabras que recurren al amor, al desamor, al odio o a la ilusión han ardido antes de ser pronunciadas; el humo mancha el techo de la habitación y las cenizas ensucian la mirada, dejando entrever las lágrimas que el laberinto de las contradicciones ha inventado.

Quizás el futuro abruma cuando los pasos siguen con suma cojera a un guía escorado al abismo, aquél que deja tras sí huellas vacías y perfumadas de halagos y opio. El tránsito se hace placentero y duro a la vez, con incertidumbre y peligro como constante compañía de armas. Seductor es el fuego del infierno, y demasiado fría la verdad cuando se aleja de lo imaginado. ¡Las puertas se intentan abrir tantas veces y tantas otras veces han sido bloquedas por la fuerza de la pesadumbre, por la persistencia del vacío que impera en la falta de razón ajena! Y así el rencor termina por abrir otras más peligrosas para acabar de una vez con la ilusión.

Los ojos esquivarán esas miradas que emanan tanto poder sobre el camino que aún queda por avanzar, y así la senda será el deseo de una felicidad creada y no pactada. Sólo quedan unos pasos para llegar a la fuente que siempre espera, que con agua fresca traspasa la garganta y disuelve las cenizas que sugerían a las pesadillas de la soledad en compañía. La sed está calmada al fín y las fuerzas que parecían podridas renacen entre suspiros y abrazos. A partir de las sonrisas renovadas, la luz difumina la sombra que antes fue el guía hacia ningún lugar. Ahora el momento se impone al lamento y cada visión lejana no es más que la siguiente pieza de la vida.

Así es la senda. Vivir para pensar, decidir y llegar; no morir en vida ni dejar que el aliento de la decadencia sea la bandera del camino.

lunes, 22 de octubre de 2007

ENTRE DOS TIERRAS (SEVILLA - GRANADA)

Llevábamos meses esperando este momento. Tantos comentarios, previsiones y emociones acumuladas por ver a uno de los grandes grupos españoles de la historia.
Salimos de Granada con la ilusión como sangre que circulaba por nuestras venas al ritmo de los latidos de la batería de los Héroes del Silencio. Allí en el estadio todo era ya espera hasta que los acordes de El Estanque apagaron las luces y encendieron los gritos. La magia del directo no es fácil de describir, puesto que aquí sólo se puede escribir lo que captan los sentidos y no los sentimientos.
En realidad yo apenas podía ver algo. La muchedumbre ascendía a más de setenta mil almas en un par de hectáreas de sonido, luz y humo. Grandes pantallas nos permitieron hacer una idea de lo que ocurría en el escenario durante la magistral actuación repleta de clásicos como La Carta, Con Nombre de Guerra, Mar Adentro, Maldito Duende, Entre Dos Tierras, La Herida o La Sirena Varada.
Era una pena que la ausencia en este caso fuese una laguna, que apenas pudimos cruzar con tan sólo algunas llamadas. Entre dos tierras estuvimos; desde Sevilla a Granada los Héroes del Silencio cantaron La Chispa Adecuada, acompañados de setenta mil voces desgastadas y desgarradas ya.
Las emociones contenidas ya sí que pudieron conmigo y las lágrimas cayeron hasta el suelo. Sentir la música en su estado más puro en una canción como ésta no es fanatismo ni idolatría, es una superposición de recuerdos perfumados por el tiempo que pasó y el mágico aura de las notas musicales. En ese instante estaba rodeado de decenas de miles de personas y sólo faltó una, que me acompañó en el momento más emocionante de toda la noche.
Después los instrumentos se apagaron y el cielo, como aquella vez, volvió a llenarse de chispas.
Puente del Alamillo (Sevilla)

martes, 9 de octubre de 2007

FUEGO EN EL CIELO



La noche del domingo cinco de agosto de este año ha quedado marcada en mi mente. Entre la arena y el mar, bajo un cielo cálido y sin sobresaltos. Toda la tranquilidad de las mejores noches de verano se desató entre los fuegos que crea el hombre y los que descarga la naturaleza. Ambas se fundieron al final del espectáculo, aunque no pude captar la fusión con la cámara.
No fue fácil tomar estas fotografías. La inspiración, que en ese momento estaba a mi derecha, hizo que todo fuera fácil.

Ella hace que todo sea fácil.

lunes, 8 de octubre de 2007

INSTANTES (II)




Si pudiera entrar en las fotografías y revivir los momentos que encierran, no lo haría. Prefiero esperar a otros en los que saldrán nuevas imágenes, que en un futuro causarán nostalgia. No obstante, mañana es el pasado de pasado mañana y ayer fue el futuro de anteayer.

miércoles, 3 de octubre de 2007

TRANQUILIDAD

Después de dedicar un tiempo a mirar hacia atrás y adentro, me toca hoy mirar hacia delante y afuera. La tranquilidad que reina ahora mismo en mi vida es algo que no tiene precio, es sencillamente una cuestión tan sencilla que no la cambiaba por otra sensación.
Cada día entro en la cama satisfecho, a lo largo de la jornada mis motivaciones aumentan con las horas; el sueño es reparador y recicla mis ilusiones. El horizonte es algo tangible, no sólo un supuesto futuro. Navegar por la vida, siempre cerca de la costa y con faros a la vista en cada cabo para no encallar es el resultado de hacer muchos exámenes de conciencia.
Así me siento. Arropado por mis amigos, por mis familias, por Rocío, por mi propia ciudad.
¿Hay algo que tenga más valor? Sólo deseo que si mi rumbo es acertado, la nave no tenga problemas para seguir avanzando.

Faro de Sacratif [Carchuna; costa de Granada]

lunes, 1 de octubre de 2007

RETROSPECTIVA (II) - LA HERIDA ABSURDA

Creí en tantas cosas, y confié en tantas personas que aún noto el frío del pensamiento más solitario. Construí yo mismo mi propia jaula, pero por suerte pude abrirla desde dentro.
Me han deseado tanta felicidad, que ahora no puedo comprender por qué en libertad merezco sus desprecios y despreciables ironías.
No me arrepiento de nada, absolutamente de nada; pero las horas que han volado no han servido para nada. La tristeza me hiere cuando pienso que la confianza se ha derramado en la arena, y que todo lo que unió ahora sólo es arena seca. Sin cemento.
¿Por qué ahora hay que dibujar sonrisas, en lugar de sonreir? Dibujadas quedan sobre un lienzo de rencor, pues la jaula quedó abierta. ¿Por qué hablar de felicidad, si borramos parte del pasado para aprender a odiar? Es horrible matar en vida, aborrecer lo que se amaba y dejarse arrastrar por moralejas de desconocidos tan fáciles de decir como de olvidar.
Y sigo feliz, como al principio. Mi felicidad ofensiva me impide sufrir, pues mientras la he mostrado, otros la han padecido; cada acto pasado que nunca me ha matado me ha hecho más fuerte.
No odio a nadie. Sólo espero para cada uno, lo que cada uno espere para mí.