lunes, 17 de septiembre de 2007

SEPTIEMBRE

Siempre ha sido un mes que me ha traído buenas sensaciones. El final del calor, reencuentro con amigos, deportes y aficiones que a veces se aparcan en verano.
Este año todo ha sido bien distinto, y el fin del verano se lleva recuerdos a mi mente que enriquecen mucho más mi vida. Muchas cosas han pasado; algunas expresadas ya en este mismo blog, otras apenas legibles entre líneas y otras que ni siquiera he mentado. Fines de semana de playa, alguna que otra decepción, las noches con Fran y contigo, la Alpujarra y muchas más cosas.


Si tuviese que elegir un momento, elijo aquél que compartimos en la arena, a principios de agosto, bajo las luces del cielo que saltaban desde el Tajo. No había luna, pero tampoco la necesitamos para nada. Creo que ya pasó la época de mitificar lo ajeno; es mejor valorar lo propio.


Por eso elijo esta imagen. Lo que tanto querías ver y al final tanto nos unió.



Te dedico el verano de 2007.

2 comentarios:

Sologoya dijo...

Septiembre para mi, siempre fue sinónimo de caos, de agobio, de malos ratos, de no ser yo misma.

Qué diferente puede llegar a ser todo de un año a otro.

Es mi primer Septiembre de serenidad e ilusión... y todo gracias a tí.

Yo te dedico el resto de los momentos que nos quedan por vivir, al calor de la chimenea y con buena compañía...

Muackkkk

Javier Romero dijo...

El secreto está en que la serenidad y la ilusión nos acompañe también en octubre, noviembre, diciembre, enero, febrero, marzo, abril, mayo, junio, julio y agosto. Y así todos los años.

Es fácil, sólo hay que querer y creer. Sí, ambas a la vez; no creo que juntos nos cueste mucho.

Un beso guapa.