No sabría entender una vida sin tener lo que, al menos, se necesita para ser feliz. A veces me asusto de asustarme, pues no es lo que nos corresponde si vamos a pasar por una vida en la que no hemos elegido nacer ni tenemos por qué elegir morir. Ya estamos predestinados; nada más nacer empiezas a morir.
Quisiera pedirte a tí que hagas que tu vida sea agradable hasta el punto que tú puedas dominar. Ya sabes que te debo muchas cosas, pues aportas a mi alma la frescura que necesito. Una vez dijiste que si las lágrimas eran de tristeza, yo las secaría con mis manos. Siendo tú misma feliz, harás feliz a quien tengas a tu lado. Los momentos más oscuros de cada vida deben complementarse con la claridad de los momentos bellos recordados y con la luz de quien, en verdad, te esté iluminando.
Quisiera pedirnos a nosotros, hacer que nuestras vidas sean agradables hasta el final. Nos debemos una vida, pues nos aportamos lo que necesitamos en cada momento. Nos secaremos las lágrimas de tristeza y dejaremos fluir las de risa. Hacemos felices a los que nos rodean, pues ellos nos ven a nosotros felices. Los momentos oscuros no son ni serán tales; como mucho serán grises, pues siempre habrá algún tono claro que no permita a la necritud dominar nuestro corazón.
Quisiera pedirte a tí que hagas que tu vida sea agradable hasta el punto que tú puedas dominar. Ya sabes que te debo muchas cosas, pues aportas a mi alma la frescura que necesito. Una vez dijiste que si las lágrimas eran de tristeza, yo las secaría con mis manos. Siendo tú misma feliz, harás feliz a quien tengas a tu lado. Los momentos más oscuros de cada vida deben complementarse con la claridad de los momentos bellos recordados y con la luz de quien, en verdad, te esté iluminando.
A mi Ro.