miércoles, 22 de agosto de 2007

CURVAS, MONTAÑAS Y HÉROES

Acelera; reduce; mete segunda para que no se te venga abajo; sal con el freno de mano que se cala y las cuestas en los Bérchules son muy empinadas; pégate a la derecha que vienen volando de frente; para en ese claro para tomar una buena panorámica; ¡déjame, que yo no tengo la culpa de verte caer, que yo no tengo la culpa de verte entre dos tierras! (Bunbury dixit); abre la ventanilla, pero avisa cuando la vayas a cerrar que te me llevas el brazo; a ver ahora donde dejamos el coche, que parece que esto se ha ambientado; a ver detrás de la Iglesia, en la cuesta que da a la calle principal.
¡Hijo de la Luna!; ¿Quién detiene palomas al vuelo, volando a ras del suelo? (Torroja dixit); ahora vamos para allá, que parece que hace un buen día; ¿comemos en Yegen? mejor no, comamos en Válor que parece que hay más variedad; empieza a llover; ¡Chove en Santiago! (Serrano dixit); vamos a casa a dormir y a cantar.
Agua y sed, serio problema (Donés dixit); Soldadito Marinero, conociste a una sirena (Fito diixt); bebamos allí en Pórtugos, dicen que el agua sabe a sangre; bonitos collares y pulseras, te hacen buen juego; sigamos por ahí... es genial conducir por estos parajes tan verdes y frescos; y mañana te vas a la playa sin salir de la provincia, desde luego que tenemos una provincia maravillosa.
Y así fue ese fin de semana de los largos, de los que empiezan en jueves. Algo más explícito en cuestión de lugares visitados. Todo entre curvas, casi sin líneas rectas. ¡Qué divertida la vida sin rectitud! Un placer conducir por allí sin atascos, sin dejar el pie fijo en largas autovías, sin semáforos, sin velocidades, con las ventanillas abiertas y oliendo el monte.

Visitamos la Alpujarra a nuestra manera. Todo bien descrito por Ro en su post.