domingo, 18 de febrero de 2007

AGUA

El agua, tan importante para la vida y tan esencial en la mía, me ha acompañado en los mejores momentos. Tan musical es ella cuando llueve, acompañada de silencio, como cuando desciende una cuesta viajando en un arroyo. Así me relaja y me llena de una paz especial cada vez que me susurra junto a la Alhambra, bajando la Cuesta de Gomérez por partida doble entre cientos de álamos que la brisa roza haciéndolos suspirar. Al igual que el mar en sus distintas formas de morir en la tierra; calmado rumor cuando la marea acaricia la arena con agua y espuma, ensordecedor estruendo cuando la golpea sin piedad, atacando una y otra vez.

No hace demasiado tiempo, junto a una fuente inmersa en un lago, algo especial sacudió mi espíritu con dolor, después tornó al amor.

¿Qué pasó? El agua lo sabe, ella nos acompañó.